La puerta automática del ascensor retrocedió por el zapato de taco negro. Dejó paso a las medias que calzaban un par de piernas algo gordas, la pollera semiajustada recortaba un gran culo y más arriba, una camisa de seda entreabierta mostraba el espacio de dos tetas por nacer. Llevaba una gran carpeta roja atada por moños, tenía un sombrero achatado y unas enormes caravanas que hacían juego con los ojos grises.
- ¿A qué piso vas? - le pregunté
- Al octavo ¿y vos? - dijo con cara de qué te importa
- Sí, sí... también
El silencio se hizo incontenible.
Ella miró mis zapatos - como si siempre mirara los zapatos de los hombres- las manos, después miró mis ojos. Le devolví la mirada fuerte, intensa. Estábamos solos.
Cerca del tercer piso ella respiró hondo, los pechos se elevaron - me pareció casi hasta la barbilla- y se rompió el primer botón. Cuando vi asomar la puntilla del sutien me puse al lado.
Ella midió mi bragueta y desabrochó el primer tramo del cinturón.
Toqué el botón de parada y el ascensor se detuvo en seco. Mientras le mordía el cuello pregunté:
-¿En serio vas al octavo?
- Hoy empiezo a trabajar ahí- dijo ella con la respiración entrecortada. Una de mis manos ya había encontrado la forma de meterse entre sus piernas, la otra abría más la blusa y pellizcaba la punta de un pezón.
- Yo también - alcancé a decir mientras ella me bajaba los pantalones de una vez.
- Pará... pará... - cortó ella. ¿Tenés forros?
Me costó unos segundos reaccionar. Mis instintos comenzaran a bajar por la ladera de la razón. Seguí mirándola sin decir palabra, mientras observaba cómo el placer se hacía humo y escapaba por el respiradero del ascensor.
Frente a mi estupor insistió:
- Si, loco, sin forros ni ahí- y empezó a acomodarse la blusa y el sombrero, después apretó el botón y la esporádica cama móvil se puso en marcha.
El indicador marcó el ocho con un aro naranja.
Nos bajamos sin mirarnos mucho, y enfilamos por el primer corredor, al fondo a la derecha.
De un erotismo sutil ( lejísimos de la pornografía ;)
ResponderEliminarEncantada.