ERÓTICOS y AFINES


En este blog encontrarán una guarida, que es mía, y de todos. Un lugar donde se refugian la escritura -particularmente la erótica- y aquellas palabras que resurgen, resuenan, y se encadenan hacia otros rumbos.

“Un escritor tiene que saber mentir”

Emilio Rodrigué

1 de diciembre de 2011

Entrevista que me realizaron para Contacto Latino

La libertad sin censuras en la narrativa erótica

Si el escribir es exploración, ¿por qué sólo algunos autores se aventuran a escribir narrativa erotica? ¿Y por qué, aún cuando lo hacen, la mayoria utilizan seudónimo?

Gabriela Venosa es una psicóloga uruguaya. En su blog, La Guarida de Todos, comparte literatura erótica y otros cuentos.

Le hicimos una entrevista en Contacto Latino con la intención de entender mejor el tema del erotismo en la literatura latinoamericana. Gabriela también nos comparte dos cuentos eróticos: Guarida Erótica y Desnuda de Amor.

1. ¿Qué te inspiró a empezar a escribir literatura erótica?
Iba a un taller literario y se proponían diversos temas, y ejercicios. Lo erótico empezó a fluir por sí mismo. Al principio con un poco de pudor. Luego, al ver la respuesta que generaba en el resto del grupo, y de las buenas críticas seguí explorando ese camino. El sexo está presente en la vida de todos, se ejerza o no. Porque es placer. Y sin placer o aprender a disfrutar, hay algo en nuestras vidas que no está funcionando. Así que de una u otra manera hay que sublimar. Y la escritura erótica me permitió eso. Además un gran escritor con quien aprendí mucho, me dijo que hay que escribir algo que no se haya dicho antes y que eso no es fácil. Poco a poco fui encontrando un estilo propio. Y fui adquiriendo el oficio de escribir. Porque todos escribimos. El tema es cómo lo hacemos, con qué fin, y las palabras que usamos. Eso debe hacernos únicos, o por lo menos originales frente a los otros que nos precedieron o son contemporáneos.

2. ¿Escribes abiertamente, con tu nombre? ¿Qué tipo de reacción recibes cuando comentas esto?
Sí, escribo con mi nombre. Nunca pude publicar en papel. Pero compartí mis relatos con gente de mi entorno, y la reacción fue de gran sorpresa. En general, como soy muy seria, y a veces paso por antipática, aunque soy tímida, me han dicho que “mi imagen no coincide con lo que escribo”. Es gracioso ¿no? Es claro que en el imaginario social, si escribís algo erótico debes haber hecho todo, o probado todo lo que pusiste en letras, cuando no tiene por qué ser así. No todo es autoreferencial, hay historias mezcladas que, como en otro tipo de género, surgen del entorno, de la vida del escritor, de un proceso de maduración, y en este caso de una situación cualquiera, pero sexual, en la que uno se expresa. Pero da la sensación de que estuvieras teniendo sexo ante un montón de gente, cuando esa no es la intención.

Disfruto escribiendo estos cuentos eróticos, y lo hago (como con otros escritos) primero para mí, pero pensando en el lector. Si puede disfrutarlos también, usarlos para sí mismo, o compartirlos, mejor. Lo mismo que hace un plástico, un director de cine, con una escena erótica, o una obra en sí.

3. ¿Por qué, si nos gusta tanto la actividad sexual, nos da tanta vergüenza admitir que nos gusta?
Porque no somos libres. Nos autocensuramos. No hablamos de eso. Hay un silencio que pesa. Por eso al escribirlo estás abriendo, rompiendo ese silencio, cultural, social, psicológico. Estás metiendo imágenes en la mente de otra persona. Igual que lo hace la tele cuando muestra cuerpos con determinada estética frívola. Nadie gusta de esos programas, pero todos los miran.

4. ¿Piensas que la gente que escribe y lee este tipo de literatura son unos enfermos… o más bien son personas más sanas?
La verdad que no sé, no creo que pase por ser sano o enfermo. Creo que pasa por tener la libertad de expresar lo que otros no se animan. Puede ser grosero o vulgar (lo que para mí es pornográfico) o puede ser algo sutil, que dirija, relate, y te lleve a temperaturas que no tenías previstas, ni como escritor ni como lector. Depende de la intención de cada escritor. Uno muestra lo que quiere mostrar, y hasta donde quiere. Saber cuál es el límite como escritor, y si lo quiere hacer poéticamente o no.

5. ¿Existe un mercado para la literatura erótica?
Sinceramente no lo sé. Acá en una tienda erótica en su página web ofrecen libros de literatura erótica, pero no he visto como algo normal o frecuente que en las librerías se promocione, o que las editoriales publiquen, o que las revistas comenten. Los pocos autores que conozco usan seudónimo.

6. ¿Hay ciertas cosas acerca de las cuales no escribirías?
Sí. Tu pregunta me hizo pensar porque primero pensé, “No para nada. Creo que como estamos en el terreno de la fantasía todo vale”. Pero no, no escribiría sobre pedofilia, ni nada que incluya menores. Eso me parece aberrante. Mis cuentos son todos entre adultos, y de forma consensuada. No me parece bueno incluir perversiones propiamente dichas como las parafilias, el abuso. Estamos hablando de una sexualidad consensuada, y no patológica. En esos términos.

7. ¿Escribes otro tipo de literatura?
Sí, escribo cuentos cortos, con otras temáticas, con el mismo estilo de escritura.

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